Lo que se necesita para fabricar hormigón celular ligero CLC: componentes y máquinas
Los principales componentes del hormigón celular CLC (o cemento celular) son: agua, cemento, aditivo espumante TECHCELL y cualquier material inerte con una densidad superior a 450 kg/m³. Mediante las máquinas COISOIMPER se introducen en la mezcla microburbujas de aire que confieren al producto final alta capacidad de aislamiento térmico y acústico frente a las pisadas, ligereza, resistencia mecánica y trabajabilidad.
Aplicaciones e implementación del CLC
El uso del CLC (o cemento celular) permite realizar proyectados ligeros para el relleno de suelos y techos, soleras, bloques en paredes externas o para tabiques, paneles prefabricados y todas aquellas aplicaciones que requieran una densidad menor que el hormigón ordinario.
Información útil para aplicaciones y trabajos del CLC
El CLC posee la gran ventaja de permitir muchas aplicaciones. De hecho, es un material ligero y aislante de fácil aplicación. El aumento de la densidad, y por tanto de la densidad en seco, conlleva una mejora de la resistencia mecánica, pero también un empeoramiento del aislamiento térmico.
El hormigón celular con una densidad seca entre 250 – 450 kg/m³ se usa solo como aislante térmico o para rellenos en general, donde no se requiere resistencia a la compresión, como en los rellenos Geotech.
Para la producción de bloques para muros, la densidad ideal es de 600 – 800 kg/m³, mientras que para paneles prefabricados o proyectados en obra es entre 800 y 1400 kg/m³.
Mientras que las densidades 1200 – 1600 kg/m³ se usan para una solera acabada, lista para encolar la baldosa.
Otras ventajas del CLC son: estabilidad del producto durante la fase de producción, rendimiento constante, 100 % reciclable, resistencia al fuego, materias primas fáciles de encontrar en todo el mundo y no sometidas a procesos especiales, inversiones y costes reducidos e instalación rápida.
